sábado, 10 de agosto de 2013

LA LECTURA: La proteína mental invisible.

Seguramente, nos ha pasado en reiteradas oportunidades, encontrarnos con niños o adolescentes conversadores. Lo hacen además, con una fluidez que impresiona; te hablan de un tema y de otro. Te cuentan algo que les ha pasado, con mucha naturalidad, sin temores ni prejuicios.
En ocasiones me encuentro con otros que quieren saber de todo; entonces te preguntan el por qué de esto o el por qué de aquello y cuando tratas de satisfacer sus curiosidades te hablan sobre las ideas preconcebidas que ellos tenían sobre el tema o sobre las hipótesis que manejaban y hasta algunos lo sustentan; entonces te preguntas, ¿qué ha pasado con ellos?... ¿por qué todos los niños y adolescentes no son así?...  Claro, muchos dirán "es su carácter" "es su forma de ser". Es verdad es innegable que cada ser humano es único y no podemos pretender que todos sean extrovertidos, habladores y curiosos; sin embargo, hay algo que está pasando desde hace muchos años y tratamos de no mirar...
 
Una vez, en una reunión de padres y madres de familia de mi aula, una mamá le preguntó a otra ¿qué vitaminas le das a tu hijo?. Esa pregunta, equivalía a decir "¿por qué tu hijo es tan inteligente?" o "¿A qué se debe que tu niño tiene buen aprovechamiento?"... lógicamente, la mamá interrogada contestó que ella no daba a su hijo ningún multivitamínico. Quizás, ni ella misma se había dado cuenta el por qué su niño se desenvolvía tan bien en el aula. Cabe indicar que además el niño era huérfano de padre.
Yo, que había conversado muchas veces con este estudiante sabía que no solo su mamá, sino también sus tíos le compraban y regalaban libros, folletos, revistas y otros portadores de textos con y sin imágenes, que en oportunidades leía con su madre, otras él solo y en otras ella le leía. Es decir, la lectura en ese hogar, se había convertido en una actividad cotidiana y satisfactoria.
 
Esa pregunta realizada por una mamá a otra, me impulsó a utilizar la analogía para el título de esta entrega: LA LECTURA ES LA PROTEÍNA MENTAL INVISIBLE.  
La lectura al igual que una proteína, nutre la mente, la hace crecer, la fortalece y su efecto a nivel conductual es trascendental; en otras palabras, la lectura transforma al lector y le da el sustento que necesita para desenvolverse en forma eficaz.
 
Así pues, a través de nuestro blog sugerimos crear espacios adecuados, para la práctica saludable de la lectura, que estimule la imaginación y la creatividad; que dé seguridad, que amplíe sus conocimientos; que mejore su vocabulario y mucho más. Así poco a poco iremos construyendo una sociedad más culta y progresista.