miércoles, 21 de agosto de 2013

PROMOVIENDO la Lectura

Una amiga, colgaba un cartel en el cuarto de su hija, éste decía "Si quieres triunfar de verdad, deja las galletas y empieza a comerte los libros" ; claro que el cartel era decorativo y había sido elaborado respetando la estética de la habitación así como los gustos de la adolescente. 
Era una forma de lograr que su hija interiorice la importancia del leer.
En un salón de clase observé una frase que decía: "La lectura te abre caminos, ¡lee y llegarás lejos!" 
Son estrategias que emplean los padres y maestros para promover la lectura. Sin embargo, en una publicación argentina leí una frase que me parece más apropiada: "Para que un chico lea no le muestres solo un libro, muéstrale también un lector"...

Eso nos compromete; entonces tú y yo tenemos que ser ese lector, tenemos que dar el ejemplo  y es cierto, un niño o niña necesita un modelo a seguir y que mejor, que unos padres y maestros lectores.
Actualmente, con la influencia de la TV, computadoras y  juegos de video, la promoción de la lectura se torna más difícil.

Los maestros no podemos rendirnos. Utilicemos a los programas de la TV o a los personajes de los juegos de video como los protagonistas de nuestras lecturas; coordinemos con los padres para dosificar el uso de estos equipos tecnológicos y demos a la lectura el sitial que se merece dentro del hogar.
 
Los padres de familia son nuestros aliados; estoy seguro que ninguno se negará a apostar por la cultura, a través de la sana lectura. Proponiendo la hora de lectura en casa, convirtiéndose éste en un momento ameno, rico, armonioso y vital; donde todos participen con gusto en la actividad lectora.

En la escuela y comunidad las bibliotecas tienen que flexibilizarse; acercarse más a través de proyectos innovadores como el "biblio-bus" o la "biblioteca itinerante" no solo con la posibilidad de llegar a la comunidad para prestar un libro por una o dos horas; sino, prestar el libro por uno o dos días.

Los gobiernos locales y regionales también tienen que aceptar el reto y buscar formas creativas para promover la lectura; especialmente aquellas que tienen canon y cuentan con grandes recursos económicos; tanto que ya no saben en qué gastar. Esperemos que los asesores, proyectistas y/o responsables tomen las decisiones más pertinentes.